Estoy nutriendo cada día este proyecto con el fin de acompañar en el inicio de la vida, porque lo que vivimos cuando somos pequeños puede repercutir en la edad adulta.
Por ello le doy una gran importancia a aprender a vincular con vuestros bebés, como medida de prevención. Trato de dar una serie de consejos para que la experiencia de ser madre sea lo más sentida posible.
Pon más conciencia de lo que está por venir, no esperes al nacimiento para conocer a tu bebé,
siente sus patadas, acaricia tu tripa, escucha el latido de su corazón, observa su persona durante las ecografías. De este modo, al encontraros, el amor por él será más intenso.
Disfruta de los pequeños detalles que hacen especiales cada día de tu embarazo. Procura no ir con prisas, baja el ritmo y no te fuerces, es tu momento de descanso.
Los bebés reconocen la voz de su madre y les reconforta su olor, beneficiándose de estar piel con piel con ella. Crea un ambiente adecuado que os permita a ambos sentiros con plenitud.
Busca tus momentos de silencio y paz, olvida los problemas emocionales. “Pasea, respira, escucha los sonidos de la naturaleza”.
Procura, dentro de lo posible, que todo lo que te rodea sea armonioso y no desagrade a tu futuro bebé, de esta manera crearás factores protectores para la salud mental.
Crea una burbuja donde estés protegida del mundo y de sus agresiones. No dejes que el mundo se imponga. Acoge lo bello y desecha lo feo para que tus emociones sean lo más beneficiosas para tu bebé.
Haz partícipe a tu pareja para que cuando las cosas te sobrepasen pueda entenderte mejor y aprender a compartir el vínculo hacia la vida que habéis creado juntos.
El aprender a vincular y cuidar tus emociones desde el embarazo, hablando y sintiendo a tu bebé, dará sus frutos con niños que a su vez tendrán más capacidad para dar amor.
Algo nuevo nace dentro de ti, además de engendrar una nueva vida, se van a despertar emociones y sentimientos que deberían agradarte, en caso de que sientas emociones negativas no dudes en pedir ayuda y soltarlas.
